Entrevista a Ramon Torres por el periodico Hoy

Ramón Torres: “Al artista mientras menos lo conocen, más camino le queda por andar”

El bachatero más importante que ha dado el Este se lamenta de estar a la mitad del camino. No es de los primeros bachateros y cuando los nuevo irrumpieron en el mercado y rompieron las cadenas que ataba el ritmo al prostíbulo y a la clase baja y desinformada ya él era demasiado conocido.

Pero, lo que queda claro antes de este encuentro y después de oírle que la historia de la bachata nunca estará completa si no incluye su nombre. Son demasiadas buenas canciones y mucha la calidad y la vivencia que le ha impregnado al género.

Ramón Torres y la evolución de la bachata

Cada vez que conversamos con alguien acerca de Ramón Torres tenemos que explicarle quién es. Es un bachatero del Este, de Higüey que vive en La Romana. Por los predios de la farándula es menos común su nombre que su obra. Explicamos que él no es solo cantante de bachata, sino que es compositor y arreglista de las bachatas que canta. Enumeramos algunas de sus creaciones conocidas a través de otros (Las estrellas brillarán, Salvaje, Lindas palabritas y No speak spanish my love) y la reacción “ah, yo no sabía que era él”.

Con la grata impresión que nos dejó escuchar Mi querida, una canción en la que cuenta y canta la historia de un triángulo en el que la esposa y la amante intercambian los papeles y que concluye diciendo “para qué quiero dos mujeres si solo tengo una vida” y la admiración que despierta en los que la oyen –en casi todas las reuniones sociales y familiares que organizamos en nuestra casa la escuchamos y siempre coincidimos en el ingenio del autor y cantante.

Lo llamamos y lo encontramos. Estaba en su casa en La Romana y al identificarnos y explicarle nuestro deseo de conversar con él no dudó en ponerle fecha a su viaje a Santo Domingo. Acababa de llegar de una gira por España y necesitaba un par de días para descansar, pero el día indicado llamó y llegó dos horas antes de lo pautado.

Alto, fornido y con intención de que su apariencia compaginara con su idea del encuentro con la prensa, penetró en nuestro espacio y nos pasó su más reciente producción “Si me hubiera muerto ayer” y empezó a explicarnos que la misma habla de él en lo personal, pero que pasa de la gente a la sociedad en general y a cosas que considera son normales en la vida política e histórica de América.

Ramón Torres tiene ya 30 años en la música. Tiene mucho que contar y recordar. De estos ha vivido 15 de otros oficios (agricultor, tabaquero, trabajador de zona franca) y 15 propiamente como cantante.

Fue en el 1987 y a raíz de que fuera liquidado de la empresa de zona franca que grabó su primer sencillo “Las estrellas brillarán” y se mudó a Santo Domingo bajo el sello de Radhamés Aracena.

De la época de Radio Guarachita recuerda que era sonado en la misma y que le grababan sus temas, de lo que no tiene memoria es de dinero, “Radhamés era un tipo que andaba con menudo de 25 y 50 centavos y si algún cantante le decía que no tenía pasaje él cogía una moneda y se la pasaba. La gente me dice tú tanto tiempo cantando, tu debes ser millonario y yo digo que no es así porque sin dinero nadie se hace millonario”.

Confiesa que aún así le agradece mucho a Radhamés porque en esa época la gente se burlaba de la bachata y del empresario disquero y radiofónico y que muchos de ellos ahora son empresarios del género.

Entre los artistas que más han hecho por el género están en principio José Manuel Calderón, Luis Segura, Leonardo Paniagua y Marinito Pérez, en cuanto al ritmo considera que hay que dividirlo en antes y después de Anthony Santos.

Explica que por mucho tiempo “era mejor ser ladrón que bachatero, porque al ladrón y al asesino aunque sea por miedo le respetaban, pero cualquier persona que se sentía ser menos que tú se sentía con derecho a decirte la verdad en tu cara”.

P. ¿Y cuál era la verdad?

R. “Que tú no eras nadie”.

P. ¿Quién le puso lo de poeta?

R. “Eso fue Radhamés Aracena. Yo siempre me he creído lo que soy, pero yo no soy poeta”.

Le recuerdo que en el momento cumbre de la carrera de Juan Luis Guerra, este le mencionó entre los artistas del género que le gustaban. “Yo conozco a Juan Luis Guerra y le tengo como lo mejor que tiene el país, lo que yo no creo es que ha hecho más que José Manuel Calderón, Anthony Santos o Luis Segura”.

P. ¿Por qué?

R. “Bueno, fijate. Para ti quien tú crees que hizo más, ¿el que hizo la televisión a color o el que la hizo a blanco y negro?

“El que la hizo primero”.

Dice que a nadie se le puede quitar el mérito y que como la bachata es por etapa tiene distintos nombres para cada una. Menciona a los de la nueva etapa, tras Anthony Santos Raulín Rodríguez, el propio Juan Luis “y muchísimos más que se han fajado”.

P. Y dentro de ese marco, usted está después de los inicios y antes del despegue del género, ¿cuál ha sido su papel en todo esto?

R. “Yo he aprendido mucho de los primeros y también de los nuevos. Por eso yo me he podido mantener. Yo admiro a los de alante y a los de atrás y yo en el medio cojo un chin de cada uno”.

P. ¿Y cómo usted explica que teniendo tanta calidad literaria y buena música lo mantengan en la orilla, yo no nunca le he oído pegado en la radio a pesar de que está en el corazón de mucha gente?

R. “Yo no me he pegado ni sé si me voy a pegar y es que hay una cosa; cara nueva quiere el mundo. Si no Speak spanish my love la hubiera grabado Juan Jiménez o cualquiera que no tenga nombre la puede pegar, pero como yo tengo tanto tiempo en el medio, la gente dice ´ah ese es Ramón Torres´ y de ahí no pasa”.

De América, Europa, bachata y muerte

Conversar con Ramón Torres es hablar con un hombre de ingenio y profundas reflexiones. Pensamos y se lo dijimos que si hubiera tenido la oportunidad de estudiar, en él probablemente tendríamos un buen sociólogo además de escritor.

Nos explica que la instrucción recibida en la escuela culminó en un quinto curso de primaria, pero que ha sabido combinar el trabajo duro con la creación y los períodos de ocio con la lectura.

Desde que tenía 10 años empezó a trabajar “echando días” y sus últimos cursos lo hizo de noche. En esa época se inició en la lectura “con los paquitos de Tarzán” y ya hoy habla de los muchos libros que tiene y de su predilección por Juan Bosch, Joaquín Balaguer y las novelas de Gabriel García Márquez.

“A mí me aconsejaban que leyera mucho para que aumentara mi sabiduría, pero esa sabiduría es natural”, expresa.

Cuando está en sus presentaciones o la gente le refiere lo que escribe le preguntan que de dónde es que él se inventa tantas palabras, él responde que no, que él las palabras están ahí y que uno solamente las coge “si yo inventara palabras no hubiese podido inventar canciones; ahí están los diccionarios y los libro y uno lee y se nutre”.

DE DONDE SALE LA BACHATA

Está interesado en publicar un libro sobre la bachata porque considera que hay mucha gente hablando de bachata “que están autorizadas, pero no tanto”. Porque según explica dicen cosas que están muy lejos de la realidad. Oye a gente opinando que la bachata es una música muy mal tocada y con muy pocos instrumentos.

Repite lo ya dicho por otros artistas fundadores del género, que la bachata, en sus inicios no era otra cosa que la fiesta, no la música.

P. ¿Para usted qué es la bachata?

R. “Lo que cantaba Olimpo Cárdenas, Daniel Santos, incluso La Sonora Matancera. De ahí es que viene la bachata, lo que pasa es que esos boleros lo hacían con orquesta y nosotros con guitarra”.

La música que el artista reconoce como influencia es la que sonó en los años 60´s. Menciona al mexicano Enrique Guzmán, el rock and roll, Olga Guillot, Felipe Pirela, Palito Ortega, de los que se aprendía canciones y se las cantaba a las muchachas. “Pero en los sitios de movida, que era donde se bebía y caminaba el peso, ahí tenía que cantar bachatas para conseguir sus 5 y 10 pesos”.

EN EUROPA

Hace poco que Ramón Torres llegó de una gira por Europa. Allí fue con otros artistas dominicanos tales como Memín, Andy Peña y Gato Malo. Todos fueron acompañados del mismo grupo, el de Memín. Tuvieron 9 presentaciones, las que califica como muy exitosa y me pide que deje constancia en este trabajo de que se sintió muy bien con sus contratantes y con el grupo completo que fue a España y a Suiza.

Lo que sí es que también me pide que deje claro que él considera que ningún artista ha llevado la bachata por el mundo, que el que la ha llevado es el dominicano “fue el pueblo el que se llevó la bachata a sus diferentes destinos. Gracias a Dios que están allá y quiera Dios que se vayan más”.

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